Mahoma es conocido a través de su biografía, la Sira y sus tradiciones, el Hadiz. No existe mención de él en los registros históricos de la época. En el Corán, es mencionado sólo cuatro veces por su nombre. En cambio, se refiere a él frecuentemente bajo el título de “Mensajero” y “Profeta”. En el Corán, Alá dice que Mahoma es “el sello de los profetas”, que en la doctrina islámica es interpretado como que es el último de los profetas a ser enviados ante la humanidad.
Mahoma fue un huérfano que se convirtió en un exitoso comerciante. Cuando tenía unos cuarenta años, reportó haber tenido visiones y oído la voz del ángel Gabriel, transmitiéndole las palabras del único dios del universo, Alá. Dichas palabras, grabadas en la memoria y más tarde escritas, formaron el Corán.
El Corán dice en 89 versos que Mahoma es el hombre perfecto y que su vida es el patrón o prototipo humano divino a ser seguido por la humanidad.
Mahoma predicó en la Meca la religión del islam durante 13 años y convirtió a 150 árabes. Él era un hombre conflictivo y los de la Meca lo expulsaron de la ciudad. Entonces, emigró a la ciudad de Medina con sus seguidores donde se convirtió en un político y en yihadista. Durante los últimos 9 años de su vida, Mahoma llevó a cabo un acto de yihad cada seis semanas, en promedio. Cuando murió en el año 632d.C., todos los árabes se habían convertido al islam debido a la yihad.
Mahoma fue el guerrero más exitoso de la historia. La influencia de todos los otros líderes militares se detuvo luego de su muerte, pero Mahoma ha inspirado guerras durante 1.400 años y continúa haciéndolo.